La decisión de Fitch Ratings de rebajar la calificación crediticia de Estados Unidos de AAA a AA+ ha resaltado las preocupaciones sobre el deterioro de los indicadores fiscales y la creciente deuda pública del país norteamericano, según el analista económico Martín Moreira.
En una declaración, Moreira señaló que la rebaja de la calificación crediticia es un llamado de atención para que Estados Unidos aborde seriamente sus desafíos fiscales y busque soluciones sostenibles para garantizar la estabilidad económica y financiera en el futuro.
La agencia de calificación Fitch tomó esta decisión después de poner en “observación negativa” la calificación de la deuda estadounidense en mayo, debido al impasse sobre el techo de deuda. La rebaja se basa en el “deterioro fiscal esperado” en los próximos tres años y en la creciente deuda del Gobierno estadounidense.
Fitch destacó que, en su opinión, los estándares de gobierno, especialmente en asuntos fiscales y de deuda, han decaído en las últimas dos décadas, a pesar del acuerdo bipartidista en junio para elevar el techo de deuda. Los enfrentamientos repetidos sobre el techo de la deuda han erosionado la confianza en la gestión fiscal del país, afirmó la agencia.