Con el objetivo de salvaguardar la economía de las familias bolivianas, el Gobierno nacional anunció la continuación de la subvención al grano de maíz y trigo, asegurando así que el sector de panificadores pueda mantener el precio del pan de batalla en 0.50 bolivianos por unidad. El ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, afirmó en una conferencia de prensa que esta medida busca mantener la estabilidad de los precios, permitiendo que los ciudadanos puedan seguir accediendo a productos básicos a precios justos.
Huanca explicó que esta política pretende proteger a la población de los posibles impactos de los incrementos internacionales en el abastecimiento de alimentos. La subvención incluirá tanto el maíz entero como la harina de trigo, con una asignación de recursos de aproximadamente 491 millones de bolivianos. Destacó la celeridad y responsabilidad con la que el Gobierno aborda el abastecimiento de alimentos, subrayando la importancia de asegurar que los bolivianos continúen teniendo acceso a productos esenciales a precios asequibles.
El ministro informó que, tras una reunión con los panificadores, se acordó mantener el precio del pan de batalla en 0.50 bolivianos. La ejecución de esta medida se llevará a cabo mediante un decreto supremo, permitiendo la movilización de recursos a través de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA). El presupuesto general aprobado y en vigencia respalda esta iniciativa, destinando recursos para la subvención de alimentos y reafirmando el compromiso del Gobierno con la seguridad alimentaria de la población.
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