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Bolivia ostenta el índice más bajo de mora crediticia en la región

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Bolivia, hasta junio de 2023, logró mantener un índice de mora crediticia de apenas el 2,7%, en marcado contraste con el promedio del 3,5% registrado en países vecinos. Este hecho refleja la solidez del sistema financiero y la economía boliviana, ya que la gran mayoría de los prestatarios cumple con sus responsabilidades financieras.

Este indicador del 2,7% refleja que, de cada 100 prestatarios, apenas dos no han podido cumplir con sus obligaciones crediticias. Esto representa un marcado descenso respecto a los tiempos del 2003, cuando la morosidad superaba el 20%, y del 2005, cuando alcanzó el 13%, períodos bajo un contexto neoliberal.

De acuerdo a datos proporcionados por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) en febrero de este año, este bajo índice de mora bancaria contrasta significativamente con la morosidad de países vecinos. Por ejemplo, Perú presentaba un índice del 4,3%, Ecuador 3,8%, Colombia 3,7%, Paraguay 3,3%, Brasil 3,1% y Argentina 3,0%. Solo Uruguay y Chile, con índices del 1,9% y 1,7% respectivamente, lograron situarse por debajo de Bolivia.

En la misma línea, el incremento de un 4% en los depósitos entre diciembre de 2020 y junio de 2023, donde el 50% está en Depósitos a Plazo Fijo, demuestra la confianza del público en el sistema financiero a largo plazo. Además, se ha experimentado un aumento del 20% en el número de cuentas entre 2020 y junio de 2023, con 14,6 millones de personas que poseen cuentas de depósito.

La cartera de créditos en el sistema financiero creció en un 9%, principalmente impulsada por préstamos de Vivienda de Interés Social (VIS) y para el sector productivo. Los microempresarios son los principales beneficiarios de los préstamos productivos, con el 30% de los desembolsos destinados a este sector, siendo Santa Cruz con un 40% el departamento más favorecido.

La inclusión financiera es otro punto de enfoque para las autoridades del sistema financiero, buscando que cada municipio tenga un punto de atención de servicios financieros. Actualmente, se ha incrementado de manera significativa, pasando del 24% en 2007 al 86% en la actualidad, con miras a lograr una cobertura del 100% para 2025.

El modelo económico boliviano muestra solidez y crecimiento, desmintiendo la desinformación de la derecha

En un contexto regional marcado por la incertidumbre económica, Bolivia destaca como un ejemplo de estabilidad y crecimiento sostenido. Con datos contundentes, el país se posiciona como líder en inversión pública en relación con su Producto Interno Bruto (PIB), así como en indicadores clave que reflejan su solvencia económica y la mejora en la calidad de vida de sus ciudadanos.

Según cifras del año 2022, Bolivia encabeza la región en términos de inversión pública, con un índice del 5,1% con relación a su PIB. Detrás se sitúan países como Colombia y Perú, con un 5% cada uno, Ecuador con un 4,9%, Chile y Brasil con un 3% cada uno, y Argentina con un 2,4%. Estos números evidencian el compromiso del gobierno boliviano con el desarrollo y el impulso de sectores productivos e infraestructura.

En su reciente mensaje por los dos años y medio de gestión, el presidente Luis Arce informó que desde noviembre de 2020 hasta marzo de 2023 se han invertido más de $us 6.280 millones en proyectos de inversión pública a nivel nacional. Esta inyección de recursos se ha enfocado principalmente en los sectores productivo e infraestructural, en línea con la prioridad del gobierno de impulsar la industrialización y sustitución de importaciones.

Además de la inversión, otros indicadores económicos positivos respaldan la estabilidad de Bolivia. El presidente Arce anunció que el Producto Interno Bruto nominal del país ha alcanzado la cifra histórica de $us 44.315 en 2022, un incremento significativo en comparación con los $us 40.703 registrados en 2021. A pesar de las dificultades externas, como la crisis en Rusia-Ucrania y un paro de 36 días que afectó a la región de Santa Cruz, el PIB experimentó un crecimiento del 3,5% en la última gestión, manteniendo a Bolivia entre los cinco países con mayor proyección en la región.

Otro dato destacable es el Índice de Miseria, donde Bolivia lidera la región con un índice de tan solo el 7,4%. En contraste, países como Perú tienen un 16,1%, Chile un 20,7% y Argentina un alarmante 101,7%. Este índice combina la inflación y el nivel de desempleo, dos factores clave que reflejan la estabilidad laboral y el poder adquisitivo de la población. Bolivia cerró el año 2022 con una inflación acumulada de solo el 3,1%, la más baja del continente y una de las más bajas del mundo, y una tasa de desempleo del 4,3%.

Estos resultados económicos positivos respaldan la gestión del presidente Luis Arce y desmienten los intentos de desinformación por parte de la oposición y medios afines. Desde el inicio de su mandato, el Gobierno ha demostrado con hechos