El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) informó que la producción de carnes de pollo, res y cerdo en Bolivia ha alcanzado niveles récord hasta octubre de este año, contribuyendo a la estabilidad de precios de estos alimentos esenciales para la canasta familiar.
Según los datos proporcionados por el MDRyT, la producción de carne de cerdo ha experimentado un significativo aumento, pasando de 49,461 toneladas en 2018 a un total de 73,078 toneladas hasta octubre de 2023. Este incremento representa un 25,1% más que la producción total de 2022, marcando un hito en la historia del país con una variación positiva del 48% desde 2018.
En cuanto a la carne de res, la producción en ciudades capitales ha alcanzado un “récord histórico”, aumentando de 80,261 toneladas en 2005 a 206,028 toneladas hasta octubre de 2023. Este logro representa un aumento del 7,8% en comparación con el mismo período en 2022, con una variación positiva del 57% desde 2005.
Por su parte, la producción de carne de pollo ha alcanzado su nivel más alto en la historia de Bolivia, elevándose de 394,688 toneladas en 2019 a 430,844 toneladas hasta octubre de 2023. La variación positiva entre 2019 y 2023 es del 9,2%, mientras que la variación de este año respecto a 2022 es del 2,2%.
El MDRyT destacó que las medidas del Gobierno nacional para preservar las cadenas productivas y estabilizar los precios han contribuido a mantener la inflación en niveles históricamente bajos, registrando un 1,5% hasta noviembre de este año, en comparación con países vecinos que enfrentan tasas mucho más altas.
Estos logros en la producción de carnes, fundamentales en la dieta boliviana, proporcionan un respaldo significativo para la seguridad alimentaria y la estabilidad económica del país.
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