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Gobierno aumenta rendimientos productivos de cuatro alimentos

 Gracias a las políticas de fomento a la producción que impulsa el gobierno del presidente Luis Arce se logró incrementar los rendimientos productivos en papa, tomate, cebolla y zanahoria. Se emplearon varias estrategias para alcanzar este avance que busca garantizar la seguridad alimentaria del país. 

“El Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) está invirtiendo más de 7.000 millones de bolivianos, distribuidos en varios programas, para apoyar y mejorar los rendimientos en diferentes tipos de cultivos en el país”, precisó el viceministro de Desarrollo Agropecuario, Álvaro Mollinedo.

Explicó que gran parte de este presupuesto fue destinado a perforaciones de pozos para dotar de agua a los sectores que enfrentaron una sequía. Dijo además que se edificaron atajados, se implementaron proyectos de cosechas de agua y sistemas de riego tecnificado. 

“Con los programas de apoyo a la producción directa se dotaron semillas de alta calidad, además de abonos, fertilizantes e insumos agropecuarios para controlar plagas y enfermedades”, añadió Mollinedo.

Remarcó que desde el Estado se brindó asistencia técnica en estas zonas productivas y capacitación a productores. 

Estos programas y proyectos obtuvieron resultados que son evidentes en las cifras.

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“En la producción de papa en 2021 nuestro rendimiento promedio nacional no superaba las 7,8 toneladas por hectárea, nuestro rendimiento era el más bajo de todo el continente; ahora, en la gestión 2024 hemos incrementado en casi el doble, ahora tememos un promedio de 16 toneladas por hectárea”, detalló el viceministro.  

Esta cifra también es el resultado de la llegada del Programa de Tubérculos y Raíces a muchos municipios del país.

“En tomate, en 2021 se tenía un promedio nacional de 14,63 toneladas por hectárea; mientras que ahora se tienen 16,20 toneladas por hectárea”, agregó la autoridad.   

En el caso de la cebolla, en 2021 se tenía un rendimiento promedio nacional de 13,21 toneladas por hectárea; ahora, a 2024, se cuenta con 14,71 toneladas por hectárea.

Bolivia mantiene estabilidad en precios de alimentos en medio de desafíos globales

En un contexto internacional marcado por la guerra en Europa, la cual ha encarecido los combustibles e insumos del agro, Bolivia destaca como un caso excepcional en la región, manteniendo la estabilidad en el índice de precios al consumidor (IPC). Mientras otros países enfrentan drásticos incrementos en los costos de vida, el Gobierno Nacional boliviano ha implementado medidas efectivas para garantizar la estabilidad económica y la seguridad alimentaria de su población.

El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, presentó datos e indicadores que demuestran que la canasta básica de alimentos en Bolivia se ha mantenido relativamente estable a lo largo del año 2023, con una inflación acumulada baja del 1,48%. Montenegro destacó que este equilibrio general en los precios ha resistido variaciones estacionarias, factores climáticos, especulaciones y contrabando.

Ejemplos concretos respaldan la afirmación de estabilidad. A pesar de conflictos sociales en Perú que afectaron inicialmente el precio de la papa, el mercado se ha estabilizado. Incrementos temporales en los costos del pollo y el huevo, causados por la gripe aviar y la especulación, fueron controlados y ahora muestran una tendencia a la baja.

Montenegro resaltó las estrategias del gobierno, incluyendo incentivos al sector agropecuario mediante créditos con tasas simbólicas (SíBolivia), seguros contra factores climáticos y programas de impulso a la producción, como fundamentales para el éxito en la estabilización de la seguridad alimentaria.

La baja inflación es considerada crucial para mejorar las condiciones de vida de los sectores populares y masivos. Políticas complejas, como la subvención de precios de combustibles e insumos como la harina para panificadores, se mantienen vigentes como parte de un enfoque integral.

A pesar de especulaciones mediáticas y análisis que buscan pintar un escenario de crisis, los datos respaldan la afirmación de que, salvo eventuales y breves fluctuaciones, en Bolivia los productos básicos casi no han experimentado aumentos significativos en los últimos años. Este logro pone de manifiesto la efectividad de las políticas implementadas por el Gobierno Nacional para preservar la estabilidad económica y mejorar la calidad de vida de la población.