Bajo el lema “En defensa de la educación universitaria pública y gratuita”, decenas de miles de personas colmaron las calles de Argentina en una manifestación sin precedentes contra los recortes presupuestarios a las universidades públicas. La protesta, que se extendió por las principales ciudades del país, constituye la mayor expresión de repudio hasta el momento contra la política de ajustes del presidente Javier Milei.
En Buenos Aires, nutridas columnas de estudiantes, docentes y egresados se congregaron en torno a las sedes de las 13 facultades de la Universidad de Buenos Aires (UBA), inundando las calles que conducían hacia la Plaza de Mayo. Levantando libros en señal de protesta y portando carteles con consignas como “Milei o educación” y “la universidad luchando también está enseñando”, los manifestantes expresaron su rechazo al deterioro de la educación pública.
La marcha, que también tuvo lugar en ciudades como Córdoba, se produjo en respuesta al anuncio del gobierno de prorrogar para este año el mismo presupuesto que recibieron las universidades en 2023, a pesar de la inflación interanual que roza el 290%. Esta medida ha generado una situación crítica en las instituciones educativas, que se declararon en emergencia presupuestaria.
El presidente Milei defendió las políticas de ajuste argumentando superávits en las cuentas públicas, pero los manifestantes y autoridades académicas rechazaron estas medidas, que han dejado a muchas universidades al borde de la parálisis. Los recortes presupuestarios han afectado gravemente los salarios docentes, colocando a tres de las cuatro categorías salariales por debajo de la línea de pobreza.
El rector de la Universidad de Buenos Aires, Ricardo Gelpi, advirtió que, de continuar así, las universidades solo podrán funcionar durante dos o tres meses. Las tarifas energéticas han aumentado un 500% este mes, empeorando aún más la situación.
La marcha, respaldada por centrales obreras y partidos opositores, busca no solo revertir los recortes presupuestarios, sino también defender el acceso a una educación de calidad para las futuras generaciones. A pesar de los desafíos económicos, el sistema universitario público argentino sigue siendo un pilar fundamental en el desarrollo del país, con un prestigio académico reconocido a nivel internacional.
La manifestación refleja el profundo descontento de la comunidad educativa frente a las políticas de ajuste, y marca un claro llamado de atención al gobierno para que priorice la educación como motor de desarrollo y progreso.
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