El ministro de Economía, Luis Caputo, anunció un conjunto de medidas como parte del plan de ajuste del gobierno de Javier Milei. La medida más destacada es una devaluación inmediata que llevará el dólar oficial de 366 a 800 pesos, marcando un aumento del 118%. Este ajuste será seguido por un aumento mensual del 2%, funcionando como un “ancla” cambiaria. El programa también implica un shock fiscal para reducir el déficit del 5.2%, incluyendo recortes de gastos y aumentos de ingresos a través del impuesto PAIS y retenciones.
Entre las medidas adicionales, se destaca la reducción de contratos laborales estatales con menos de un año de vigencia, la suspensión de la pauta publicitaria por un año, la reducción de ministerios y secretarías de Estado, así como la reducción de transferencias discrecionales a las provincias. Además, se eliminan las licitaciones de obras públicas nuevas, se reducen los subsidios a la energía y el transporte, y se liberalizan las importaciones.
Argentina enfrenta una crítica situación económica que parece intensificarse día a día, sumiendo al país en un panorama de hambre y desolación. Después del impactante anuncio devaluatorio del martes, la población se encontró enfrentando una nueva escalada de problemas, con un aumento descontrolado en los precios de los combustibles, generando una cadena de incrementos en alimentos y servicios, agregando más presión a una ciudadanía ya agobiada. Mientras la población busca respuestas, el presidente y el ministro brillan por su ausencia, delegando a Manuel Adorni como portavoz de un ajuste que parece acentuar la incertidumbre y el malestar generalizado.
