En medio de un escenario de violencia en el coliseo “Héroes de Octubre” de El Alto, el presidente del presídium del congreso campesino, Raúl Torrez, fue amenazado con un arma de fuego para forzar la realización de una elección de la nueva directiva, al margen de los estatutos de la organización. Los hechos ocurrieron durante el congreso de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), donde se vivieron momentos de tensión y agresiones.
El vicepresidente del presídium, Carlos Becerra, quien fue testigo directo de los acontecimientos, relató que “el presidente del presídium estaba ahí (en la testera), me he dado cuenta de que le estaban forzando para que posesione al nuevo dirigente, estaban agarrando arma de fuego, amenazando al presidente del presídium”. Becerra también señaló que la situación se tornó más caótica cuando se apagaron las luces y se lanzaron granadas de gas lacrimógeno en medio de los delegados presentes.
Se atribuye a un grupo de delegados de Potosí y del Chapare la responsabilidad de los incidentes que llevaron a la escalada de violencia en el congreso de la Csutcb. Ante estos acontecimientos, Carlos Becerra denunció la malicia de ciertos sectores, incluidos representantes de Potosí y del Chapare, quienes habrían tenido intereses personales en la disputa. Becerra instó a una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades de este episodio sin precedentes en la historia de la organización.
