En un nuevo y preocupante episodio que ensombrece la reputación de la Iglesia Católica, una víctima de pederastia ha roto el silencio después de 35 años para denunciar un caso de violación sexual. El denunciado es el sacerdote Otto Adolfo Strauss, quien actualmente se desempeña como cura en una iglesia en el municipio de Camargo, en la provincia de Chuquisaca, Bolivia. Según la denuncia, el delito habría sido perpetrado por el religioso en el año 1988. Recientemente, Otto Adolfo Strauss ha sido formalmente imputado en la ciudad de Tarija.
Este lamentable suceso se suma a otros casos de abuso sexual en el seno de la Iglesia Católica en Bolivia. La Fiscalía del departamento también ha imputado al expárroco de la Iglesia de San Roque, Garvin Grech, por el delito de encubrimiento en los casos de abuso sexual que involucran al sacerdote Milton Murillo. Este último párroco fue aprehendido por haber abusado sexualmente de un seminarista en la iglesia de Fátima, en la ciudad de La Paz. Milton Murillo se ha convertido en el primer sacerdote acusado de delitos sexuales en ser enviado a la cárcel con detención preventiva por determinación de la justicia, quien ha dispuesto su reclusión en el penal de Morros Blancos por tres meses.
Estos recientes casos, que han salido a la luz pública, continúan empañando el prestigio de la Iglesia Católica en Bolivia. Previamente, el país se vio conmocionado por la publicación del diario español sobre el pederasta Alfonso Pedrajas Moreno, conocido como “Pica”, quien reveló haber abusado sexualmente de 85 niños durante su estancia en Bolivia.
Ante estas revelaciones y las víctimas que han surgido para presentar sus denuncias, la Fiscalía General del Estado ha conformado una comisión de fiscales encargada de investigar todos los casos de pederastia en el país y los actos de encubrimiento por parte de aquellos que protegieron a los responsables de estos delitos, los cuales han causado daños en la integridad física y moral de personas que en su momento eran niños y que fueron víctimas de sacerdotes.
Las denuncias han surgido en varios departamentos del país, no solo contra el jesuita Adolfo Pedrajas “Pica”, sino también contra otros 10 religiosos que habrían liderado un encubrimiento sistemático de los casos de pederastia cometidos por jesuitas en la Iglesia Católica boliviana, según lo revelado por el exjesuita Pedro Lima.
